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viernes, 29 de julio de 2016

Experto en petroglifos apoya la teoría de que los antiguos chinos llegaron a América

Portada - Fotografía de petroglifos pertenecientes al Parque estatal Valle del Fuego de Nevada, Estados Unidos. (Fotografía: Ekaterina Pokrovsky/Shutterstock/La Gran Época)
Determinados petroglifos encontrados en América del Norte indican que antiguos exploradores chinos contactaron con nativos americanos. YaoLiang Song, profesor de la Universidad Normal del Este de China en Shanghai, que estudió los petroglifos como profesor invitado de la Universidad de Harvard, ha anunciado recientemente que apoya la interpretación de que éstos son de origen chino antiguo.
El Dr. John A. Ruskamp Jr., ha dirigido la investigación de estos petroglifos en los últimos años, contando con la ayuda de expertos como el Dr. David N. Keightley,  considerado por muchos como el principal especialista americano en los primeros escritos chinos sobre huesos oraculares. De este modo, Keightley ha observado que los signos de un petroglifo que se encuentra en un rancho privado de Arizona coinciden con símbolos de huesos oraculares chinos de la dinastía Shang (1600-1050 a. C). Keightley tradujo así el mensaje escrito sobre la roca de Arizona:
Separado (durante) un total de 10 años; declara (la) expedición devolver (a la) Casa del Sol, (la) investigación completa que hicieron juntos.
Éste sería tan sólo uno de las docenas de petroglifos identificados por Ruskamp que contendrían antiguos caracteres chinos. A principios de este mes, Song apoyó firmemente la investigación de Ruskamp a través de una carta, (de la cual Ruskamp envió una copia a La Gran Época) e instó a otros académicos a tomar nota.
Parte de la escritura presente en los petroglifos encontrados en un rancho privado de Arizona, Estados Unidos, “declarando (el) retorno, (del) viaje terminado, (a la) Casa del Sol” (Fotografía: Cortesía de John Ruskamp/La Gran Época)
Parte de la escritura presente en los petroglifos encontrados en un rancho privado de Arizona, Estados Unidos, “declarando (el) retorno, (del) viaje terminado, (a la) Casa del Sol” 
Song es experto en petroglifos chinos y, desde hace mucho tiempo, con su trabajo también apoya la controvertida teoría que defiende el contacto entre Asia y América del Norte. Una teoría muy alejada de lo que habitualmente exponen arqueólogos y antropólogos, cuya opinión común es que los nativos americanos atravesaron el puente natural de Bering hace unos 12.000 años, no existiendo otro contacto entre el Viejo y el Nuevo Mundo hasta que los vikingos llegaron a la costa este norteamericana hacia el año 1000, aunque muchos eruditos hayan presentado indicios en los últimos decenios que sugieren que pudieron existir otros contactos con anterioridad.

El mismo Song propuso tal teoría en el pasado. En los años 90 del pasado siglo fue invitado por el profesor K. C. Chang para llevar a cabo una serie de investigaciones en la Universidad de Harvard sobre petroglifos prehistóricos del noreste asiático y del noroeste americano. En el curso de su investigación, quedaron claras a sus ojos las notorias similitudes entre los petroglifos de ambas regiones, que sugieren un antiguo contacto. Aquella investigación, denominada “Petroglifos prehistóricos con caras humanas en el Pacífico Norte” fue publicada por la Smithsonian Institution en 1998. Song escribió en dicho documento:
Muchos de estos petroglifos con caras humanas del este asiático, tienen equivalentes cercanos en figuras del arte rupestre del noroeste de América del Norte, desde la isla Kodiak de Alaska hasta el Río Columbia [en el sur de la Columbia Británica y el norte de los Estados Unidos].[…] El grupo de petroglifos de la costa del noroeste está considerado un grupo diferente por todos los expertos.
El emplazamiento del glifo de Arizona está situado en un rancho de propiedad privada que se encuentra a varias millas de cualquier acceso público o por carretera. (Fotografía: Cortesía de John Ruskamp/La Gran Época)
El emplazamiento del glifo de Arizona está situado en un rancho de propiedad privada que se encuentra a varias millas de cualquier acceso público o por carretera. 
Los petroglifos que Song estuvo observando, se estima que fueron creados hace entre 5.000 y 7.000 años. Por tanto, la antigua presencia asiática en América del Norte tuvo que haberse producido mucho antes de la estimación de 3.000 años correspondiente a la dinastía Shang elaborada por Ruskamp, y mucho después de haber desaparecido el puente terrestre de Bering. Song escribía lo siguiente acerca del trabajo de Ruskamp:
“Ruskamp presenta claramente […] antiguos mensajes chinos identificables que fueron transcritos hace mucho tiempo como arte rupestre, y que hasta ahora habían permanecido inalterados y no reconocidos”. (…) “La catalogación suele ser errónea y hasta desconocida para los antropólogos y arqueólogos modernos (en gran parte debido al hecho de que generalmente no son bien conocidos los estilos antiguos de escritura china, y además se localizan en lugares difíciles y remotos) en estos escritos chinos, inconfundiblemente concluyentes y que establecen casos históricos de presencia temprana de exploradores chinos, a través del Pacífico, en el continente de América del Norte”.
En la actualidad, Ruskamp continúa identificando más petroglifos por toda América. Para ello hace uso de un análisis estadístico de similitud entre dichos glifos y la antigua escritura china, a fin de descartar la posibilidad de que dichas coincidencias sean sencillamente casualidades.

Izquierda: Petroglifo de Lianyungang, China, tal y como lo mostró Song en 1998. Derecha: Petroglifo hallado en la Columbia Británica, Canadá. (Fotografía: La Gran Época).
Izquierda: Petroglifo de Lianyungang, China, tal y como lo mostró Song en 1998. Derecha: Petroglifo hallado en la Columbia Británica, Canadá. 
Estas inscripciones antiguas no son exactas al 100%, sino que los distintos artistas que las utilizaron las crearon insertando diversas variantes de las mismas. Pero Ruskamp ha determinado que los glifos son lo suficientemente parecidos a los ejemplos conocidos de antigua escritura China, así como que existe más de un 95% de posibilidades de que dichas semejanzas sean debidas a un contacto directo con antiguos chinos y no a una simple casualidad.
El Dr. Michael F. Medrano, jefe de la División de Gestión de Recursos para el Monumento Nacional de Petroglifos, se reunió con Ruskamp en el emplazamiento de los misteriosos petroglifos y expuso que los considera auténticos y que no provienen de culturas indígenas locales. Tanto es así que escribió en un correo electrónico a Ruskamp:
Creo haber descubierto algo importante en la historia humana y disponer de los medios para reconocerlo y explorarlo.
John A. Ruskamp ante algunos petroglifos hallados en Utah, Estados Unidos, cercanos a los que presentan antigua escritura china, según él mismo defiende. (Fotografía: Cortesía de John A. Ruskamp/La Gran Época)
John A. Ruskamp ante algunos petroglifos hallados en Utah, Estados Unidos, cercanos a los que presentan antigua escritura china, según él mismo defiende. 
Algunos de los petroglifos americanos que coinciden con la escritura china probablemente tengan un origen nativo americano, explica Ruskamp, quien cree que una antigua expedición china viajó por toda Norteamérica en lugar de establecer un asentamiento en el continente americano. Dice basarse en el patrón que ha podido discernir estudiando las diferentes concentraciones de petroglifos.
A principios de este año, Ruskamp lanzó la tercera edición de su libro “Ecos Asiáticos: La identificación de antiguos pictogramas chinos precolombinos en el arte rupestre de América del Norte”.







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